La versión de Michael Jackson es más de estilo Pop con la profundidad de la guitarra eléctrica, los violines son más pronunciados y en lugar de acompañar aun lamento fatal, la canción es ahora una llamada desesperada por el amor perdido, para que regrese.
La percusión (pandereta y tambores) suena como un latido que se va apagando dejando paso al llanto del corazón. La interpretación del joven prodigio que es entonces Michael, es melosa pero frágil al mismo tiempo. Esta interpretación marcó un antes y un después en su carrera en solitario.